Receptores ACE-2 y coronavirus

Para completar el artículo del Prof. Di Renzo sobre lo que aprendimos de la experiencia de CoViD-19, en el que enumeró una serie de manifestaciones clínicas del nuevo virus y otra información valiosa sobre los comportamientos a tomar, me gustaría agregar el papel de los receptores ACE-2 que aparecen expresados ​​y sobreexpresados ​​en diversos grados en aquellos que han sido infectados.

Estos receptores, ubicados principalmente en los alvéolos pulmonares, son correceptores importantes para la entrada del virus debido a la interacción específica con las proteínas de la punta viral. El eje intracelular ACE / AngII / AT1R que se activa provoca la liberación de citocinas proinflamatorias como IL-6 y TNF-alfa con el daño grave que resulta.

Lo más interesante y alarmante es que la sobreexpresión de ACE-2 en los alvéolos pulmonares se ha relacionado con una exposición crónica a la contaminación ambiental, en particular a partir de PM 2.5. La expresión de ACE-2 se desarrolla “normalmente” consecuentemente y en términos protectores y correctivos contra esta exposición crónica a contaminantes en el aire, pero desafortunadamente también se convierte involuntariamente en una clave para la entrada del virus. Las siguientes consideraciones son evidentes, el virus ha afectado constantemente más en aquellas poblaciones que están más expuestas a la contaminación ambiental por PM 2.5 porque ya sobreexpresan el receptor ACE-2 en sus pulmones. Esto puede explicar la alta variabilidad en la presentación clínica que va desde pacientes asintomáticos hasta pacientes que presentan una forma leve, moderada o grave de la enfermedad.

Esto también puede explicar la baja incidencia del síndrome más grave en los niños, la exposición limitada a PM 2.5 debido a su corta edad puede haberlos eximido de la sobreexpresión del receptor pulmonar ACE-2.

Recuerdo que también la exposición crónica a la nicotina del humo del tabaco causa la sobreexpresión de ACE-2 y no por nada una alta morbilidad a CoViD-19 está presente en los fumadores crónicos.

Lo anterior, obviamente, no quiere excluir otras posibles causas que aún están en estudio.

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